La República de
Túnez está situada en la costa mediterránea de Africa, a 1.000 kms de la ciudad española de Valencia, a 130km al sudoeste de Sicilia y 160km al sur de Cerdeña. El paisaje varía desde los acantilados de la costa a los bosques del interior, de los valles profundos de rica tierra cultivable (algunos bajo el nivel del mar) a los altos montes del interior. Al sur de Gafsa y Gabès se encuentra el desierto de Sahara. Los 1100km de litoral cuentan con inumerables pequeñas islas, destacando Jerba en el sur y Kerkenah en el este. Del noroeste hacia el sudeste el paisaje va cambiando de las colinas del litoral cubiertas de verdes pinares, ricos prados de abundante yerba, huertos, viñas y bosquecillos de aceitunas. Existe un gran contraste entre el sur y el norte del pais, el sur es semiarido y desertico y ocupa el 40% del territorio, mientras que el norte posee un suelo fertil y apto para la agricultura. Las principales ciudades son, Tunez, Sfax, Sousse, Kairouan, Gabes y Bizerta. La historia de Tunez ha venido marcada desde siempre, por su situación geográfica privilegiada en el corazon del mediterraneo, siendo punto de encuentro de multiples civilizaciones. Síntesis de civilizaciones diversas, Túnez se ha distinguido, desde siempre, por la intensidad de su actividad cultural y su aportación a la civilización universal. Los sitios arqueológicos y los museos, testimonios de un pasado prestigioso, constituyen la riqueza patrimonial de Túnez y consolidan su vocación que hoy en día, atestiguan las múltiples instituciones creadas para servir y difundir la cultura tunecina dentro y fuera del país. Tunez se ha convertido rápidamente en un destino de vacaciones obligado en el Mediterráneo y sigue siendo un centro de atracción para nuevos visitantes. En lugares desconocidos se suele tener la tendencia de tomar demasiadas precauciones, hasta que se descubre la tierra y sus gentes. El secreto en Tunicia es dejarse llevar y sumergirse en su cultura desde el momento en que llegamos. En las misteriosas medinas gatos escurridizos pueblan las esquinas y las puertas parecen esconder mil y un secretos; el zoco y calles cercanas florecen con puestos donde se puede comprar comida fresca, pan recién horneado, etc. entre los gritos del regateo y los apretones de manos. Sería fácil quedarse con el tópico de que la única atracción de Tunez son sus centros turísticos de la costa, de hecho cada año miles de visitantes extranjeros visitan el país atraídos por sus espléndidas playas bañadas por el sol. Tunez dispone también de algunos de los hoteles más hermosos del Mediterráneo, blancos palacios moriscos rodeados de cuidados jardines donde la buganvilla crece por doquier. Pero hay mucho más. Con sólo alejarse un poco de los centros turísticos podemos descubrir una cultura fascinante, impregnada por el Islam y su singular arquitectura, tesoros arqueológicos, paisajes inolvidables y sabrosa y variada cocina.